Nacemos y nos hacemos seres sociales, es por ello que, para llegar a los objetivos, requerimos el trabajar en conjunto con otras personas y muchas veces no es sencillo hacerlo.
El trabajo en equipo surge de la necesidad de mejorar o llegar a resultados, con la ayuda de las actitudes y la lealtad del grupo. Cooperando, utilizando sus habilidades individuales y aportando retroalimentación constructiva entre ellos.
El trabajo en equipo fomenta seguridad y autoestima que satisface las necesidades individuales de los integrantes, valorando su pertenencia, esforzándose por mantener relaciones positivas dentro y fuera del equipo.
Es tan grande su impacto, que puede transformar el estilo de vida sus miembros e incluso el de sus familias.
Para lograr un verdadero trabajo en equipo, que impacte en el clima organizacional y que este funcione armónicamente, se necesita tener ciertas características en su mayoría actitudinales. Para ello el reconocido escritor estadounidense sobre prácticas de gestión empresarial Tom Peters, realizó una investigación (1985- 1990), donde estudió los valores, cualidades, herramientas y comportamientos que tienen en común los equipos de alto rendimiento y lo llamó las 5C del TRABAJO EN EQUIPO.
- Complementariedad
Un equipo funciona cuando cada miembro domina un elemento determinado del proyecto. Es fundamental para el equipo que sus integrantes tengan capacidades y aptitudes diferentes y heterogéneas. Es la mejor forma de llegar a soluciones innovadoras y creativas. Se aprecian las diferentes habilidades, actitudes, experiencias y conocimientos, para obtener resultados positivos.
- Coordinación
Todo equipo debe tener un líder que encabece y/o coordine la organización o proyectos, y así actuar siguiendo el plan trazado, respetando los tiempos y tareas acordadas. El líder o coordinador tomará decisiones. Tomando en cuenta las diferentes opiniones de sus compañeros.
- Comunicación
En todo proyecto, hay que crear entre todos los miembros un ambiente propicio, que facilite la comunicación. Esta debe ser abierta y asertiva, en diferentes direcciones.
Es a través de esta herramienta que los integrantes podrán comprender, analizar y tomar decisiones, permitiendo asignar tareas individuales y grupales para aumentar la productividad y eficiencia del equipo. Es de suma importancia la participación de cada miembro, que sientan la confianza de emitir su opinión, discutir acerca de ella, dar y recibir retroalimentación constructiva, para así lograr el objetivo en común.
- Confianza
Cada persona del equipo debe confiar en lo que hace el resto de sus compañeros. Esta máxima solo se logra si cada uno trata de aportar lo mejor de sí mismo, sin triunfalismos personales, es decir, “anteponer el éxito del equipo al éxito personal”.
- Compromiso
Permite a cada miembro del equipo asumir como propios todos los proyectos y tareas con los que se han comprometido como conjunto. Va más allá de la simple colaboración.
Es un activo estratégico para la organización, por lo que de forma continua, se debe reforzar positivamente, dando a conocer los logros y participación de cada miembro.
Sulmary Méndez A.
Socióloga. Master en Desarrollo Organizacional. Coach Consultora GECA Consultores.