La Inteligencia Emocional en el ámbito laboral. ¿En qué consiste?
La inteligencia emocional se refiere a la capacidad que tenemos los seres humanos de reconocer nuestros sentimientos y emociones, y como afectan estas en nuestro comportamiento, ejerciendo, un autocontrol emocional que nos permita dominar nuestras emociones.
Las personas que gozan de inteligencia emocional se caracterizan por contar con la automotivación necesaria para alcanzar sus objetivos, además de tener la destreza de relacionarse con las personas de su entorno y poseer la habilidad de reconocer los sentimientos y motivaciones de los demás, sin asumirlos como propios
¿Por qué actualmente las empresas requieren trabajar con personas con este tipo de inteligencia?
Son muchas las corporaciones que destinan gran parte de su capital activo en formar a sus empleados en Inteligencia Emocional, el motivo de esta inversión radica en que las empresas se han percatado, de que una de las claves para conseguir el éxito comercial y de ventas de productos radica en la capacidad de sus empleados de reconocer y controlar sus emociones, así como las de sus clientes.
Es por lo que, hoy en día, los procesos de selección de personal de las empresas están enfocados en colocar al aspirante en situaciones de estrés, para así poder evaluar su capacidad de solucionar el conflicto y al mismo tiempo, lidiar con sus emociones.
Tanto es así, que según un reciente estudio de CapGemini denominado Emotional Intelligence: The Essential Skillset For The Age Of AI, el 76% de los directivos de las empresas piensa que los empleados deben desarrollar estas competencias en inteligencia emocional, debido a que tendrán que realizar funciones relacionadas con el trato personal y del cliente.
Según el psicólogo norteamericano Daniel Goleman, un alto coeficiente intelectual solo es capaz de pronosticar el 20% de los elementos determinantes del éxito, mientras que el 80% restante depende de otro tipo de factores como la clase social, y en gran medida, la inteligencia emocional.
Ahora bien, ¿se puede desarrollar la inteligencia emocional? La respuesta es sí, y estos son los cinco elementos de la inteligencia emocional a trabajar:
1.- Autoconciencia, dirigido al conocimiento que se adquiere sobre sí mismo y los sentimientos para reaccionar ante ellos de manera positiva,
2.-Autoregulación, se refiere a la capacidad de controlar las emociones negativas,
3.-Automotivación, se caracteriza por sacar la voluntad y la fuerza necesaria para alcanzar sus objetivos,
4.-Empatía, relativo a la capacidad de entender los sentimientos y motivaciones de otra persona.
5.- Habilidad social, que se refiere al relacionamiento con otras personas buscando el beneficio del entorno.
En conclusión, vemos que las habilidades académicas y la experiencia profesional nos capacitan para realizar determinada labor, mientras que la inteligencia emocional nos da la habilidad de desempeñar esa ocupación de forma más eficaz, ya que toma en consideración el trabajo en equipo y las destrezas para funcionar mejor en grupo y, con ello, desarrollar de manera más eficiente el objetivo de la empresa.