Sr. Dame Paciencia con P de Presente

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«¡Rosa date prisa, que vamos tarde!».  » Y ¿qué pasa que esta cola no se mueve?». “Es que a mí me gusta que todo se de en los tiempos que tengo planificado” «¡Hay que ver qué lenta es la gente!»…Señor dame Paciencia (mirando al cielo).

Como dice Eckart Tolle en su libro “El Poder del Ahora”…

«Lo que causa tensión es estar ‘aquí’ queriendo estar ‘allí’, o estar en el presente queriendo estar en el futuro»

El tiempo es nuestro mayor tesoro, sin embargo, la prisa rige nuestras vidas, nos impone la presión de que todo se debe hacer rápido convirtiendo nuestra existencia en una carrera de máxima velocidad.

En un mundo donde abunda la gratificación instantánea, la impaciencia se ha convertido en el modo de vida de la mayoría, las cosas tienen que ser inmediatas, los resultados instantáneos o de otra forma no sirven, generando además demasiado estrés

¿Sabías que la Asociación Médica Estadounidense (JAMA por sus siglas en inglés) incluye la impaciencia como un factor de riesgo de la hipertensión, incluso en adultos jóvenes?

Entonces, ¿Por qué somos impacientes? Resulta que la impaciencia surge de forma automática y reactiva de nuestro interior cuando vivimos de inconscientemente en un tiempo distinto al presente y además desconectados de nosotros mismos.

La impaciencia es una respuesta de pelea o huida, es la mirada puesta en el futuro, en lo que queremos que venga, sobre todo cuando deseamos cambios importantes en nuestra vida, no vemos resultados aparentes y es entonces cuando sentimos frustración y ansiedad. Es como si plantáramos una semilla y la impaciencia hiciera que la desenterremos cada 5 minutos para ver si está creciendo.

Como dice el texto sagrado, Biblia en Eclesiastés 31“Todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo, tiene su hora”

Es importante entender que las cosas importantes de la vida son un proceso y llevan tiempo, la verdad es que la Paciencia es un ingrediente clave del éxito y es el requisito indispensable para lograr cualquier objetivo que nos tracemos.

«La paciencia es una virtud que se relaciona con la virtud de la fortaleza y nos mantiene con la razón iluminada por la fe (certeza) para no sucumbir a las dificultades y tristezas» La buena noticia, es que se puede aprender y cultivar, significa saber esperar con serenidad lo que tarde en llegar como los padres cuando deben esperar que se cumpla el tiempo para que nazca su bebé, es relacionarnos con nuestras circunstancias de una manera consciente, para asumir la actitud más conveniente en cada momento, es “vivir despiertos» y darnos cuenta de que no podemos cambiar lo que nos sucede, pero sí podemos modificar nuestra actitud, ante lo que ocurre.

Para desarrollar la paciencia en la vida, es importante tener en cuenta las 7 siguientes claves: 

  1. Reconoce tus disparadores de impaciencia. Pregúntate ¿Qué es lo que me molesta específicamente de este momento y porqué me siento así?
  2. Abraza el malestar, es decir, a los sentimientos asociados a la impaciencia (miedo o preocupación por no ver resultados inmediatos).
  • Replantea tu actitud (tus metas se construyen, no caen del cielo).
  1. Renuncia al control, lo único que debes aprender a controlar es a tu mundo interior.
  2. Domina tus emociones, la firmeza es lo que te da el poder sobre tus emociones.
  3. Disminuye la velocidad, baja las aceleraciones. Baja tu ritmo, haz una pausa.
  • Vive el presente, enfócate en tu ahora, en cada acción y decisión que tomas a lo largo del día, en cada experiencia

Desear que llegue un futuro imaginario suele ser una consecuencia de no estar en paz con nosotros mismos en el presente.

Aprendemos a fluir cuando comprendemos que la realidad siempre es aquí y el momento siempre es ahora.

En definitiva, es agradecer, soltar y confiar, Abrazar el miedo y Amar lo que Es y lo que Somos.

Como dice mi mentora Lidia Monzón:

“La Paciencia es la ciencia de la Paz”

María Gabriela Calleja
Gerente Alto Rendimiento

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