GECA al día News #13 – Febrero 2025

Desde los primeros días del año 2025, sin duda alguna se pudo sentir un dinamismo inusual al que estábamos acostumbrados en años anteriores en Venezuela, debido a la tensión política a raíz de las elecciones presidenciales, las expectativas en el enfoque de la geopolítica internacional por el cambio en la presidencia en los Estados Unidos, y la incertidumbre en materia económica y financiera que definitivamente se ve influenciada por estos acontecimientos.

Estamos en presencia de importantes cambios en el manejo de las relaciones institucionales dentro y fuera de Venezuela, tanto en el sector público como en el sector privado, cuyo impacto en las relaciones laborales entre empleadores y trabajadores será muy relevante.

La tendencia cada vez más marcada en la disminución del flujo de divisas y el incremento de las transacciones en bolívares, generará posibles cambios en los beneficios que se vienen pagando directamente en otra moneda, para retornar al pago en bolívares.

No obstante, lo anterior, la moneda extranjera seguirá manteniéndose como una referencia de cálculo del salario, los beneficios no salariales, y cualquier otro concepto que este orientado a fortalecer el ingreso del trabajador y proteger de esta manera su poder adquisitivo.

Las figuras relacionadas con el “Salario”; “Bonificaciones No Salariales”; e “Ingreso Mínimo Integral” concebidos y regulados en la Ley Orgánica del Trabajo, las Trabajadoras y los Trabajadores; la Ley de Protección de Pensiones; y en los anuncios por parte del Ejecutivo Nacional, respectivamente, se mantendrán presentes y sobre todo muy cambiantes en los programas o modelos de compensación que se estarán implementando, actualizando o redimensionando en todos los procesos de recursos humanos.

Desde luego que en las Inspectorías del Trabajo y en los Tribunales Laborales, se incrementarán los reclamos y demandas por diferencias en el cálculo de prestaciones sociales, basados en las retribuciones pagados en moneda extranjera, o en las bonificaciones no salariales, que no fueron estimados en sus liquidaciones de prestaciones sociales a criterio de los reclamantes o demandantes y sobre los cuales, le corresponderá a los jueces y no a los Inspectores del Trabajo, analizar, interpretar y decidir sobre su carácter o naturaleza salarial.

Con los anuncios relacionados con cambios en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y especialmente el establecimiento de un nuevo modelo de economía productiva, se reavivará el debate sobre las prestaciones sociales, el fortalecimiento de la seguridad social y el esperado aumento del salario mínimo, que como todos sabemos por el sistema rectroactivo de prestaciones no se ha incrementado en los últimos dos años y se ha debilitado progresivamente. Para rescatar el salario, es necesario y urgente reformar el modelo de prestaciones sociales previsto en la Ley Orgánica del Trabajo que sabemos ha colapsado.