«Es hora de actuar: Tenemos un llamado urgente en el Día Mundial de la Tierra»
En el pasado mes de abril, marcamos una fecha crucial en el calendario ambiental: el Día Mundial de la Tierra, pero ¿alguna vez te has preguntado por qué este día es tan significativo?
Fue el 22 de Abril de 1970, que aproximadamente 20 millones de personas en todo los EEUU salieron a calles y parques a manifestar.¿ La razón?. El mundo enfrentaba una creciente crisis ambiental. Los signos de daño a nuestro planeta eran evidentes. Se vivía desde una alta contaminación del aire, hasta la devastación de los ecosistemas. Fue entonces cuando el senador estadounidense Gaylord Nelson propuso la idea de un día (22 de abril), dedicado a la protección del medio ambiente y aumentar la consciencia pública sobre los problemas ambientales. En la medida que se conserven los ecosistemas que sustentan la vida de la Tierra, se salvará nuestro planeta y sus habitantes.
Luego fue en 2009 cuando la Organización de las Naciones Unidas declaró el 22 de abril como el Día Mundial de la Madre Tierra y ahora se celebra en todo el mundo.
Sin embargo, mientras conmemoramos este día, también debemos enfrentar la realidad alarmante que nuestro planeta está sufriendo en la actualidad y que está bajo una amenaza creciente debido a una serie de factores.
1.- Vemos que la proliferación del plástico está asfixiando desde la contaminación de nuestros océanos hasta la degradación de nuestros ecosistemas terrestres, el plástico se ha convertido en uno de los mayores desafíos ambientales de nuestro tiempo.
2.- La tala descontrolada de árboles está destruyendo cantidad de bosques y ocasionando la pérdida del hábitat de millones de especies. Un 70% de los animales y plantas que los habitan, no pueden sobrevivir. Además, que la desforestación es uno de los factores que colaboran negativamente con el cambio climático.
3.- Otro de los elementos que componen la tierra y está dramáticamente afectada es el AGUA. Sabemos que es un bien de primera necesidad y que lastimosamente una gran parte de la población mundial (aproximadamente 2.200 millones de personas) no tiene acceso a ella en condiciones de salubridad. Es por ello que revertir esta situación es responsabilidad y tarea de todos.
4.- En relación al uso de la energía eléctrica, hoy día se está haciendo de forma indiscriminada, ocasionando el aumento del consumo de recursos naturales, así como también el de las emisiones de gases y la generación de residuos, causando un impacto negativo en el medioambiente, que se traduce en la degradación de la capa de ozono y la biodiversidad.
Por todo lo anterior y más, es crucial reflexionar sobre los desafíos ambientales que enfrentamos como sociedad.
En GECA, a través de nuestra Política de Compromiso Sostenible, hemos seleccionado 4 de esos objetivos:
“Salud y Bienestar; Agua Limpia; Energía Asequible y No Contaminante; Trabajo Decente y Crecimiento Económico por cuanto reconocemos que la vida saludable y la protección del medio ambiente son fundamentales para el bienestar de las generaciones presentes y futuras.”
En uno de los proyectos de Responsabilidad Social Empresarial que desarrollamos, promovemos prácticas sostenibles para contribuir con el planeta en todas nuestras actividades”.
El equipo de GECA decidió enfocarse en un problema que está en el centro de la conversación global: el impacto devastador del plástico y su mal manejo, y una de las formas de cristalizar nuestro compromiso es realizar en equipo una actividad que combina la recolección de plástico en calles, parques, playas y sitios públicos, mientras se hace ejercicio caminando o trotando “ PLOGGING”.
A medida que el mundo avanza, nuestra dependencia del plástico ha crecido exponencialmente, pero lamentablemente, su presencia sobrevalorada, también ha traído consigo una serie de consecuencias negativas para nuestro entorno natural.
Se estima que en los últimos 20 años se produjeron más de la mitad de los plásticos existentes en el mundo y su destino final en su mayoría (80 %) llega a mares y océanos,
Según estudios realizados por Pew Charitable Trusts, organización que tiene entre uno de sus proyectos “La prevención de plásticos en el océano” calculan, que casi 13 millones de toneladas métricas de plástico llegan al océano cada año, amenazando cada vez más la vida marina y contaminando las áreas costeras. Esta cifra la comparan, como si un camión de basura tirara sus desechos al mar cada minuto.
A esta grave situación, le podemos sumar, que, en la actualidad, existen 2.000 millones de personas aproximadamente (25% de la población mundial), sin acceso a sistemas adecuados de recolección de basura, ni cultura de reciclaje y según proyecciones para el año 2040 esta cifra puede triplicarse.
Experto en la materia ambiental como David Attenborough , propuso en la COP26¨*: “es esencial una nueva revolución industrial apuntalada por millones de innovaciones sostenibles” para salvar a nuestro planeta. Pidió colaboración a la industria petroquímica a reinventarse, así como también impulsar la economía circular en países, especialmente en América Latina y el Caribe y entre todos realizar actividades de concientización, para evitar “vivir en el desastre”, “throwaway living”en inglés.
El problema de la contaminación de los plásticos es complejo, además no tiene una única solución. Sabemos de iniciativas de entes públicos, empresas privadas y acciones de comunidades que están implementando medidas y acciones, para proteger y preservar nuestro medio ambiente. Todo esto se valora, se aplaude y refuerza, solo falta que estos esfuerzos estén mancomunados, alineados, estratégicamente planificados y siempre apoyando a proyectos creativos que lleven al éxito de este gran desafío.
En GECA, estamos comprometidos a unir energías y apoyar iniciativas locales, que permitan acercarnos a un futuro más sostenible y a un planeta más saludable.
Sulmary Méndez Angulo
